Bette ejercía de secretaria en Dallas mientras criaba sola a su hijo Michael.
Nesmith nunca se propuso ser inventora, sólo intentaba solucionar los problemas que le provocaba su poca experiencia en mecanografía y taquigrafía. Como su formación de artista le hacía estar acostumbrada al uso de pinturas y tintas, un día intentó crear un producto con el que lograr tapar las faltas de mecanografía que cometía en el trabajo.
Tras diversos intentos, elaboró una sustancia blanca que se secaba rápidamente y servía para ello, así que la puso en un botella y se la llevó al trabajo. Cuando cometía algún error extendía la sustancia sobre el papel con un pequeño cepillo y luego volvía a escribir encima. En 1956 convirtió su cocina en un laboratorio, debido a la demanda de sus compañeros y amigos. En 1967 creó su propia compañía,
He elegido a esta mujer para encabezar mi blog porque gracias a su invento he podido arreglar bastantes chapuzas y además me parece un ejemplo de persona luchadora y fuerte, pues tubo que trabajar y sacar adelante a su hijo ella sola.
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